martes, 3 de septiembre de 2013

Incauto corazón

Cada día está lleno de sus sonrisas robadas, y voy pasando la goma de borrar por el rojo intenso de mis sueños. Consigo unos tonos suaves que almaceno en mi memoria, para que mis palabras no me traicionen.

Hay una fina e invisible muralla, que me hará andar del otro lado, y no hay una lanzadera que me impulse a volar. He sujetado mis alas con un bello lazo de color imposible, y la brisa me acompaña en el filo en que paseo, haciendo agradable mi estancia en lo inverosímil. Un instante de ternura alimenta al ave prisionera, y el sentimiento de un cielo tan azul resarce su inquietud.

Mi incauto corazón no escuda sus andanzas, y entre sedas se pierde sin que yo lo sujete. Sobre el silencio pasará el tiempo, y quizá acalle su interna trova ardiente.


Un instante feliz, vale una vida.

Hada